El sistema nervioso es un conjunto de células muy especializadas, encargadas de mantener la vida de cada individuo mediante el desempeño de una serie de funciones específicas (transmitir impulsos nerviosos, interpretar estímulos y elaborar respuestas, controlar el funcionamiento de los órganos y sistemas vitales y llevar a cabo las "funciones superiores" como la inteligencia, memoria, aprendizaje, razonar...).
Las células especializadas del sistema nervioso central son las neuronas, que tienen una forma muy peculiar y que forman el tejido nerviosos al estar unidas unas a otras por los axones y dendritas.
Distintos desórdenes como la ansiedad, ataques de pánico, depresión, esquizofrenia, insomnio, agresividad o hiperactividad han sido relacionados con equilibrios que provienen de la alimentación, como es la hipoglucemia, la intoxicación con metales pesados alergias alimenticias o deficiencias nutricionales.
Hipócrates, el padre de la medicina moderna, ya conocía la relación existente entre el cuerpo y la mente. Después de esto, diversos especialistas han investigado la relación entre los alimentos que consumimos y las emociones ya que enfermedades orgánicas habían sido mal diagnosticadas como enfermedades mentales, como es el caso de la hipoglucemia reactiva, hipotiroidismo, síndrome premenstrual o enfermedades crónicas.
Por ejemplo, la depresión puede tener una explicación orgánica como un desequilibrio de glucosa, desórdenes de tiroides, alergias ambientales... Aunque esto no quiere decir que no tengan un motivo psicológico, pero una buena alimentación ayuda a superarla.
Consumir una dieta saludable para el sistema nervioso es una forma de asegurarse de que los nervios del cuerpo tienen los nutrientes necesarios para llevar a cabo sus funciones.
Los alimentos necesarios
- Las vitaminas A, C y E combaten directamente la formación de radicales libres. La A se obtiene con el consumo de zanahorias, melón, espinacas y brocoli. La C está presente en los cítricos, el brocoli y tomate. Con los frutos secos y aceites vegetales se obtiene vitamina E.
- La vitamina B ayuda a fortalecer el sistema nervioso central y tiene un efecto sedante. Se incorpora a la dieta consumiendo judías verdes, repollo, aguacate y cereales.
- El potasio, calcio y magnesio estimulan la reacción orgánica frente a las hormonas que el cuerpo segrega como respuesta al estrés. El potasio lo podemos encontrar en verduras, frutos secos, cereales y semillas. Es conocido el efecto de un vaso de leche como sedante por la ingesta de calcio.
- Una mala alimentación puede provocar diferentes trastornos de salud: el déficit de hierro afecta a la memoria y a la capacidad de concetración; el déficit de magnesio aumenta el estrés; déficit de tiamina aumenta la irritabilidad, la depresión, afecta a la memoria y a la concentración; el déficit de niacina causa depresión.
Además de todo esto es importante reducir el consumo de azúcar blanco todo lo posible ya que es el principal causante de más del 90% de los padecimientos del sistema nervioso.
En resumen, todo lo que ingerimos influye en nuestro sistema nervioso más de lo que podemos intuir, por lo tanto debemos cuidar nuestra alimentación ya con ella podremos solucionar problemas psicológicos o enfermedades que parezcan no tener relación con ella en absoluto.
Saludos y... ¡Pasad un día saludable!
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