domingo, 27 de octubre de 2013

Pregúntatelo a ti mismo:¿Eres adicto al poder?

Hola, muy buenas noches. Hoy querría hablaros de una adicción que no mucha gente toma en cuenta y es quizás una de las adicciones más subestimadas ya que no sólo le afecta a quien la padece sino a todos los que están a su alrededor en gran medida. Hoy trataremos el tema de la adicción al poder.

Antes de nada comencemos por aclarar lo que es una adicción. Una adicción es todo aquel trastorno físico-psicológico definido por la dependencia o necesidad de consumir, poseer o estar en presencia de una substancia, ente o  material debido a la satisfacción que esto genera en la persona.

Definido esto pasemos a reflexionar sobre el tema que hoy nos abarca. Diversos medios audiovisuales y de prensa escrita como el ABC y el Diario de Mallorca han tratado este tema con anterioridad. Podemos decir, como señala el artículo de Diario de Mallorca que existe una relación entre la adicción al poder y la corrupción, y que el aumento en los últimos años de la primera ha llevado a un aumento en los últimos años de la segunda. También podemos comentar que nuestra forma de comportarnos, hacer la compra tratar a los demás, y actuar como actuamos en el día a días pueden ser indicios de padecer esta adicción...



Pero... ¿realmente por qué el poder crea adicción?

Toda persona con poder tiende a degradar a los demás disfrutando de este hecho. He aquí el origen de la adicción. Lo dice un estudio de la Journal of Experimental Social Psychology.


Lo que hoy queremos hacer es definir los 5 pilares básicos de la adicción al poder. Esos 5 requisitos que todo adicto al poder reúne para que una vez los veais queridos podréis observar por vosotros mismos si sois o no candidatos a ser adictos al poder o incluso ya sois adictos a día de hoy.


  1. Excesos. Por norma general el que una persona tenga un gran número de excesos es indicativo de una adicción al poder ya que son una mera forma de satisfacer nuestras carencias de una forma rápida sin solventar el problema, algo típico en la personalidad de un adicto al poder.
  2. Indifererencia. El no tomar en consideración lo que el prógimo piensa, siente y padece es un claro indicio de que nos creemos por encima de los demás, signo de adicción al poder.
  3. Necesidad irresistible de llamar la atención. Lógico. Si el origen de la adicción al poder recae en la necesidad de ocultar nuestras carencias y de ser algo importante en el seno de la sociedad el llamar la atención y el ser adicto al poder serán dos elementos siempre relacionados.
  4. Rodearnos de "segundos al mando" a priori menos capaces que nosotros. Claro indicio de adicción al poder. Este hecho,posible por la baja autoestima de los afectados, satisface nuestra necesidad de dominio y la suya de ser dirigidos por alguien dominante. Esto acaba en su autodestrucción y en nuestra soledad.
  5. El factor, quizás, más influyente: La necesidad de la victoria perpetua; de ganar siempre. La asociación es evidente. Cabe decir que la competitividad no es mala, pero su exceso sí nos conduce a páramos baldíos, a la soledad extrema de la cima.
Todo lo antes comentado queda bien explicado en el siguiente vídeo de Pavel Hernández, colaborador en la página Salud180.com (que yo personalmente recomiendo).

Ahora es vuestro turno. Atreveos a autocualificaros. Y no os asusteis si el dais con el perfil, ya que si tendéis a corregir esos 5 aspectos vuestra vida será mucho mejor. Dicho esto, recordad...


Saludos y... ¡Pasad un día saludable!

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