¡La disfunción eréctil tiene solución!

Hoy trataremos un tema tabú del cual muchas personas no querrían hablar en caso de que les ocurriese ya

que constituye una, digamos, deshonra para el hombre. Estamos hablando de la disfunción eréctil. Hoy trataremos de normalizar esta enfermedad comentando diversas cuestiones sobre ella así como su tratamiento.

Comencemos. Sábado por la noche. Tras la magnífica cena en la que los alimentos afrodisíacos en la entrada anterior comentados surtieron efecto llega el  momento de la verdad y... nada.


Podemos hacer símiles futbolísticos (balón al palo) o baloncestísticos (el balón gira por toda la ganasta pero no entra) pero lo que está claro es que no se da en el hombre la erección necesaria para que esa noche del sábado sea perfecta.

Vamos a tratar de entender que ocurrió. Si no ha ocurrido antes no debemos preocuparnos todavía, ya que pudieron ser los nervios del día de partido. En caso de que este suceso ya sea habitual sí que podemos estar hablando de una disfunción eréctil. Las causas de esta patología son diversas destacando una: la afectación de nervios en la región del pene. Hay otras como tabaquismo, alteraciones hormonales, empleo de ansiolíticos y antipsicóticos...

Cavernosometría

Cabe destacar que esta patología debe ser tratada cuanto antes ya que puede acarrear graves consecuencias para la salud. No debemos tener ningún reparo en acudir a nuestro médico, que a través de nuestro historial clínico, cuestionarios y pruebas como la cavernosometría y la cavernosografía de infusión dinámica (DICC) determinará si padecemos o no esta enfermedad.

Sus factores de riesgo son los siguientes:

• Adicciones legales e ilegales
• Estrés

Los síntomas que nos llevan a considerar la posibilidad de poseerla son básicamente la imposibilidad de erección y la eyaculación prematura.

La mejor forma de combatir esta enfermedad es previniéndola evitando los factores de riesgo que llevan a su producción. Algunos hábitos recomendados son:

Recuerde ante cualquier duda acudir a su médico

• Dejar de fumar
• No abusar del alcohol
• Realizar ejercicio
• Descansar
• No automedicarse
• Tratar la ansiedad y el estrés
• Etc...

Aunque la prevención sea lo más eficaz, esta patología consta de un tratamiento para aquellos casos en los que la prevención llega tarde. Éste está claramente estructurado en 3 fases:

1. Fase 1 o de fármacos orales. Se receta citrato de silcenafilo (ViagraR) y Apomorfina.
2. Fase 2 o segunda línea. Se realiza una terapia intracavernosa inyectando Alprostadil directamente en los cuerpos cavernosos del pene.
3. Fase 3 o tercera línea. Último extremo. Se realiza cirugía revascularizadora o incluso se llega al implante de una prótesis de pene.

Ahora os dejo un corto vídeo a modo de resumen en el cual se dejan 2 o 3 ideas bien definidas

Y bueno, con esta interesante información acabo mi entrada de hoy. Os invito a ver el resto de entradas de este blog y ya sabéis...

Saludos y... ¡Pasad un día saludable!