Tras la Revolución industrial del siglo XVIII y XIX se iniciaron las cada vez mayores emisiones de gases
tóxicos a la atmósfera y la formación de grandes cantidades de residuos pesados, procedentes principalmente de las fábricas y factorías creadas en estos años, fundamentalmente en Inglaterra y posteriormente en el resto de la Europa continental.
tóxicos a la atmósfera y la formación de grandes cantidades de residuos pesados, procedentes principalmente de las fábricas y factorías creadas en estos años, fundamentalmente en Inglaterra y posteriormente en el resto de la Europa continental.
Desde entonces, este conjunto de productos se denominó contaminación ambiental, que se puede definir como la presencia en el ambiente de determinados agentes físicos, químicos o biológicos en unas concentraciones que pueden ser perjudiciales para la salud y el bienestar en general de la población, animales y plantas.
A diferencia del resto de animales, que para poder seguir con su supervivencia se adaptan al medio en el que se encuentran, el ser humano, gracias a su evolucionada biología, tiene la capacidad de modificar el medio en el que se encuentra para el desarrollo de sus necesidades cotidianas; esta alteración del medio también está influida por los avances tecnológicos y el crecimiento demográfico, llegando a atentar contra el equilibrio biológico del planeta. Debido a este aumento del deterioro de la Tierra han aparecido numerosas organizaciones políticas y ecologistas cuya labor principal es velar por la conservación de todas las formas de naturaleza y del saneamiento del ambiente para garantizar la vida en el.
Podemos diferenciar dos fuentes productoras de la contaminación, por una parte está la antropogénica (causadas por el hombre), estas se pueden relacionar con la industria, comercio, transporte, actividades agrícolas,...) o bien, las de origen en la propia naturaleza. Los residuos más abundantes son los desechos sólidos domésticos e industriales, fertilizantes y productos químicos empleados como pesticidas, la tala incontrolable de masas arbóreas así como su quema, basura, gases tóxicos como el monóxido de carbono (CO) prodecente de los medios de transporte, vertidos de aguas contaminadas y sin depurar a mares y ríos,...
De siempre se ha dicho que nuestro planeta se forma por tierra, agua y aire, así que la contaminación afectará estos tres elementos originándose así los tres tipos de contaminación existentes.
- Contaminación del agua: es la presencia en el agua de materias extrañas que deterioran su calidad e impiden su utilización.
- Contaminación del suelo: incorporación al suelo de materiales perjudiciales para el mismo, produciéndose un desequilibrio físico, químico y biológico que afecta, tanto a plantas como a animales.
- Contaminación del aire: adición de gases malignos a la atmósfera que afectan al desarrollo de humanos, plantas y animales.
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