Cuando pensamos en las zanahorias es inevitable recordar al gracioso conejo de los Loony Tunes llamado Bugs Bunny, quien siempre estaba comiendo una de estas deliciosas hortalizas, pero ¿en realidad sabemos la cantidad de propiedades que tienen las zanahorias? Pues esto es de lo que vamos a hablar en esta entrada.
La zanahoria es una planta alimenticia perteneciente a la familia de las umbelíferas o apiáceas cuyo nombre científico es Daucus carota, haciendo referencia a los carotenos.
Numerosos estudios confirman que es una fuente de vitaminas y minerales.
BENEFICIOS
La zanahoria es conocida por su riqueza en carotenos, son antioxidantes que ayudan a proteger al organismo de la acción destructiva de los radicales libres, ayudan a prevenir la aparición de enfermedades degenerativas y del cáncer, es más, ayudan a que e proceso cancerígeno no pase de un estado primario. Ayuda a mantener la salud cardiovascular protegiendo a las arterias lo que ayuda a cuidar la piel, vista, encías, sistema digestivo y sistema inmune.
Es especialmente rico en betacarotenos, pigmento natural que le confiere su color característico y que nuestro organismo transforma en vitamina A (retinol) que ayuda a la visión, beneficio conocido por todo el mundo, por lo tanto, su consumo resulta útil para las personas que padecen trastornos de la visión como la fotofobia, sequedad ocular o ceguera nocturna además de ayudar en la prevención de cataratas, conjuntivitis o blefaritis entre otros.
Un estudio dirigido por Nina Safrazian demuestra que consumir esta hortaliza reduce los niveles de colesterol y triglicéridos además de ayudar a combatir la anemia ferropénica.
La zanahoria también es un excelente aliado para nuestra piel ya que la protege del sol (funciona como protector solar) y favorece el bronceado al facilitar la síntesis de melatonina. También es buena para múltiples dolencias de la dermis como heridas, grietas, forúnculos...
Esta hortaliza es un diurético natural favoreciendo la micción y, por lo tanto, la eliminación de sustancias tóxicas por el riñón, además de depurar la sangre, mejorar el funcionamiento del intestino, fluidificar la bilis entre muchas otras cosas.
En cuanto al aparato digestivo, el consumo de zanahorias estimulan el apetito y la producción de jugos gástricos, facilitando la digestión y aliviando así el estreñimiento crónico (es un suave laxante gracias a la pectina), mantiene en buen estado la flora bacteriana previniendo el cáncer de colon y numerosas patologías del intestino.
Se considera un alimento inmunoestimulante por su contenido en antioxidantes que evita el daño celular.
También ayuda a equilibrar el metabolismo, reduce la acidez, previene los catarros bronquiales además de favorecer la expectoración y cuando se consume en zumo ayuda a deshacerse de las lombrices intestinales.
En definitiva, es un alimento que nutre y purifica todo el organismo además de ayudar a prevenir múltiples enfermedades. No debería faltar en nuestra dieta diaria.
¡A mejorar la salud con las deliciosas zanahorias!
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