martes, 29 de octubre de 2013

Di adiós a las durezas!

Hoy en nuestra hablaremos sobre un problema que muchos de nosotros sufrimos: las durezas y callos.
Para empezar, creo conveniente empezar por daros una pequeña introducción sobre lo que son estos males tan comunes.
Los callos que nos aparecen en nuestras extremidades inferiores son capas de piel engrosadas y duras originadas en zonas de los pies sometidas a presiones de una manera continua, cuyo origen suele estar relacionado con el calzado o la forma de caminar.
En el momento en que nos demos cuenta de la presencia de durezas en nuestros pies debemos analizar el calzado que usamos habitualmente , pues este debe estar ajustado a la forma de nuestro pie y si también es recomendable visitar al podólogo para que explore nuestros pies con el objetivo de descartar algún problema relacionado con el caminar u otras alteraciones, como los pies planos.

Como hemos explicado con anterioridad, los callos y dureces están causados por la excesiva presión en una zona del pie apareciendo capas de piel muerta que, de alguna manera, se van prensando y, tras el paso de tiempo van a originar las dureces, la piel de esta zona también es seca, gruesa y escamosa; este engrosamiento de la piel es una reacción de protección, pos ejemplo, los granjeros y remeros presentan callosidades en las manos que impiden el desarrollo de ampollas dolorosas

El tratamiento de los callos está orientado a la eliminación de la fricción para que la presión disminuya, si el causante es el calzado inapropiado, con usar otro tipo de zapatos será suficiente para hacer que la dureza desaparezca, por eso se recomienda el uso de un calzado amplio, es decir, ni muy flojo ni muy apretado; esta es una de las causas más frecuentes de los callos, los zapatos ajustados en la punta, que oprimen los dedos y hacen que la piel roce en exceso con el interior del zapato. Por otra parte, también es recomendable que se proteja la piel con parches, justamente para evitar este roce con el zapato, así como la piedra pómex para desgastar suavemente el callo.

Por eso, podemos decir que el tratamiento de los callos no tiene mucha ciencia, bien distinto es que se produzca una úlcera o infección en el área de la dureza y haya que eliminar la superficie del callo, además de tratarla con antibióticos, lo que suele pasar con personas diabéticas debido a su gran propensión a estos procesos infecciosos. 

Finalmente, podemos decir que otra recomendación sería el uso de unas plantillas especiales cuya función es ablandar la superficie sobre la que se apoya el callo,además de hidratar la piel para que disminuya la sequedad en la zona afectada.

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