Las enfermedades cardíacas constituyen la principal causa de muerte en todo el mundo, tanto que en el año 2008 fallecieron por esta cusa 17,3 millones de personas, es decir, el 30% del total de muertes en ese año.
También se estima que en el año 2030 morirán cerca de 23 millones de personas, así las enfermedades cardiovasculares seguirán siendo la principal causa de muerte mundial.
Vamos empezar por una pequeña explicación de lo que este tipo de enfermedades son:
Se puede clasificar como enfermedad cardiovascular (ECV) a toda aquella que afecta al conjunto de vasos sanguíneos del organismo o al propio corazón, entre las que podemos destacar las siguientes:
- Accidente cerebrovascular (ACV): en los que se produce una falta de aporte sanguíneo a nivel cerebral, originada por la obstrucción de un vaso sanguíneo a causa de un coágulo de sangre o la formación de depósitos de grasa en las paredes de las venas o arterias, podemos decir que el más común es el ictus.
- Cardiopatía coronaria: cuando el daño afecta a los vasos que irrigan el músculo cardíaco, dentro de este grupo se encuentra el infarto de miocardio.
- Trombosis venosas profundas y embolias pulmonares: coágulos de sangre (trombos) que, en ocasiones se pueden desplazar (émbolos) hasta alojarse en vasos del corazón o de los pulmones.
- Cardiopatías congénitas: malformaciones en el corazón presentes desde el nacimiento.
A pesar de lo común que son este tipo de enfermedades no todos vamos a tener las mismas probabilidades de padecerla, si no que estas probabilidades dependerán de factores de riesgo como:
- La edad; a mayor edad mayor riesgo de padecer una ECV.
- Sedentarismo y poca actividad deportiva: al no moverse se favorece la formación de placas de material graso en las pareces de los vasos, al no quemar grasa por la ausencia de deporte.
- Dieta: los alimentos con un elevado contenido en grasa suponen un riesgo importante.
- Tabaquismo: se puede decir que es el peor hábito de todos. En el humo del tabaco hay una serie de componentes tóxicos que disminuyen en colesterol bueno y aumentan el malo y los triglicéridos, deterioran la vasorreactividad, aumentan la viscosidad de la sangre, favoreciendo la trombosis y limitan el aporte de oxígeno a las células.
- Hipertensión (HTA): aumento de la presión en el interior de los vasos.
- Hipercolesterolemia: que ayuda a la aparición de trombos y la obstrucción de los vasos.
A continuación os enumeramos una serie de consejos para que el riesgo de padecer este tipo de enfermedades disminuya.
- Deporte: para quemar la mayor cantidad de grasas corporales y que no se localicen en las venas y arterias. Con 30 minutos diarios de actividad física se ayuda a matener el sistema cardiovascular en forma.
- Alimentación: es de vital importancia para la salud del corazón y del sistema vascular, por eso se recomienda consumir abundantes frutas (tres piezas al día) y verduras, cereales integrales, carnes con poca grasa (como pollo o conejo), pescado y legumbres, además de disminuir el consumo sal y azúcares.
- Evite el consumo de tabaco, incluso de forma pasiva. Desde el momento en que se deja de fumar, el riesgo de padecer este tipo de enfermedades disminuye, tanto que transcurrido un año desde el último cigarrillo, el riesgo se puede ver reducido hasta un 50%.
- Otras precauciones que puede hacer en su propia casa en mirarse el nivel de glucosa en sangre, ya que la diabetes también es un factor de riesgo importante y la tensión arterial, para controlar la posible aparición de hipertensión. Sin embargo, estos controles en el domicilio no son motivo para que deje de visitar a su médico de cabecera.
Esperamos que estos consejos os sirvan para disminuir el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular.
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