En la entrada anterior hablamos de las arterias y la arteriosclerosis pero, en esta última os pondremos al conocimiento de la estructuras de los otros grandes vasos de nuestro organismo, las venas. Además, profundizaremos en una de las enfermedades que más afecta a estas, las varices.
Sistema venosos |
Las venas son grandes vasos sanguíneos que van a contener sangre con elevado contenido en dióxido de carbono y en sustancias no necesarias para las células. El dióxido de carbono presente en las venas es transportado por el sistema venoso hasta el corazón, del que sale por las arterias pulmonares hacia los pulmones, donde se lleva a cabo el proceso de intercambio gaseoso, mediante el que el dióxido de carbono sale del interior de las venas y se incorpora a los alvéolos pulmonares para ser expulsado al exterior a través de las espiración.
La estructura interna de las venas es muy semejante a la de las arterias, pero las venas presentan una serie de particularidades: estamos hablando de las válvulas existentes en las venas de las piernas.
Las válvulas venosas son una serie de estructuras que se adhieren a la capa más interna de ellas y, cuya función es impedir que la sangre se acumule en las venas de las piernas. Estas válvulas se van a abrir cuando la sangre venosa circule en su dirección normal, es decir, hacia el corazón. Mientras que se cerrarán en el momento que la sangre circule en sentido contrario, es decir, hacia abajo. Por eso cualquier tipo de alteración en estas válvulas impide la correcta circulación de la sangre.
Las varices aparecen cuando en el momento del flujo venosos retrógrado las válvulas no de cierran completamente, desencadenándose el proceso conocido como insuficiencia venosa, mediante el que la sangre no retorna hacia el corazón.
Esto provoca que las venas se marquen el la superficie de las piernas y se pueda observar todo su trayecto debido a la dilatación de las mismas.
Válvulas venosas |
Podemos diferenciar algunos factores de riesgo importantes para la aparición de este trastorno:
- La obesidad: la presencia de grasa en el interior de las piernas puede llegar a comprimir las venas, haciendo que su diámetros disminuya y se favorezca la circulación retrógrada de la sangre venosa.
- Sedentarismo: que aumenta el estancamiento de la sangre y la mayor sobrecarga valvular.
- Anticonceptivos: provocan la retención de líquidos, favoreciendo el fallo en las válvulas. Muchas mujeres se dan cuenta de que cambios hormonales causan cambios en sus venas.
- Antecedentes personales.
- Por último todos los malos hábitos de salud que aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, como el tabaco, alcohol, dieta rica en grasas, falta de deporte,...
Los tratamientos relativos a esta enfermedad se pueden clasificar en invasivos y no invasivos:
Dentro de los primeros podemos incluir la fleboextracción, una intervención quirúrgica mediante la que se va a extraer la porción de vena afectada. Mientas que en las técnicas no invasivas, podemos destacar la ablación por radiofrecuencia, por láser y la escleroterapia.
Con esto concluimos la entrada de hoy, esperamos que os sirva de ayuda.
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