Cuando ponemos la televisión o leemos el periódico ¿cuántas veces hemos escuchado hablar de los productos agrícolas y de sus ventajas? ¿hasta que punto podemos llegar a creérnoslo? Aquí intentaremos tratar este tema desde un punto de vista imparcial para hacernos una idea general y que cada uno se posicione teniendo la información necesaria.
Un producto ecológico (también llamado orgánico o bio) es aquel que ha sido cultivado, elaborado o criado siguiendo un reglamento específico que permite su catalogación y etiquetado como tal. Los productos ecológicos en nuestro país deben cumplir lo establecido en los correspondientes reglamentos elaborados por las diferentes comunidades autónomas, de tal manera que podemos identificarlos por su sello autonómico correspondiente y por el sello europeo de producción ecológica.
Los reglamentos establecen básicamente como requisitos a cumplir, la prohibición de utilizar fertilizantes químicos y la necesidad de incorporar buenas prácticas agronómicas y de bienestar animal en las explotaciones.
España es el primer productor de productos ecológicos de la UE, siendo Andalucía la comunidad autónoma con más hectáreas de cultivo, con más explotaciones ganaderas ecológicas y con más actividades industriales ecológicas.
Una de las grandes ventajas de la agricultura ecológica es que tiene gran cuidado con el medio ambiente y el suelo que utilizan, usan semillas adaptadas a la zona de cultivo, evitan la erosión de los terrenos de cultivo, mantienen la humedad y mejoran el ciclo de nutrientes de la planta incorporando nutrientes tras el desbrozado y secado del material vegetal cortado.
Estos están libres de residuos tóxicos persistentes procedentes de pesticidas, fertilizantes, aditivos y conservantes utilizados para eliminar insectos o plagas y combatir enfermedades que pueden dañar el organismo.
En este tipo de agricultura no tienen cabida los organismos genéticamente modificados de los que no se conocen sus consecuencias a lago plazo. Con ello también se impulsa la variedad genética, es más, guardan semillas para el futuro impidiendo así la desaparición de algunas de las variedades de gran valor nutricional y cultural.
Estos productos recuperan los gustos originales y tienen mejor sabor al ser elaborados de forma más artesanal y cuidadosa.
Ahora bien, al otro lado se posicionan las personas que están en contra de los alimentos ecológicos argumentando que la UE registra proporcionalmente más alarmas alimentarias en las explotaciones ecológicas que en las demás.
También se destaca que estos productos están menos controlados que las grandes superficies alimentarias y a menudo estos alimentos se venden en mercadillos y ferias que no cuentan con las condiciones higiénicas necesarias.
Y por último está el tema del precio, este tipo de productos son mucho más caros ya que para obtenerlos es necesario mucho más tiempo y dedicación.
Analizando los pros y los contras quizá se pueda tomar una decisión más fácilmente, asique ya saben, aliméntense bien y lleven una vida saludable.
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