El otoño y el invierno... estaciones del año en las que frecuentemente nos sentimos cansados, tenemos la nariz roja de tanto sonarnos, tenemos cefaleas y no podemos parar de estornudar. Nos sentimos tan mal que tenemos que faltar a clase o al trabajo un par de días, pero no somos los únicos, la verdad es que esta época del año es donde hay más ausencias en el trabajo o en la escuela y esto es por la gripe, enfermedad de la que todos estamos cansados de oír hablar y que todos pasamos alguna vez, y aún así no podemos pararla y sigue originando más consultas en los médicos que cualquier otra enfermedad.
Los resfriados pueden ser causados por más de 200 tipos diferentes de virus y son debido a la inflamación que causan estos virus en la membrana que recubren la nariz y la garganta, aunque de entre todos estos virus los que suelen provocar la enfermedad son los rinovirus y los coranovirus.
La mayor incidencia de resfriados en la época más fría puede ser porque la gente está más tiempo en casa y cerca de otras personas, además, la mayoría de los virus del resfriado se desarrollan en ambientes poco húmedos, haciendo las fosas nasales más secas y vulnerables a la infección.
El resfriado común es, por lo tanto, una enfermedad contagiosa de las vías respiratorias altas.
A menudo confundimos el resfriado común con la gripe, y la verdad es que son muy similares aunque la gripe es una enfermedad respiratoria aguda causa por el virus "influenza". Mientras que los síntomas del resfriado común son la rinorrea (goteo nasal), estornudos, irritación ocular, cefalea, tos ligera y cansancio entre muchos otros, en el caso de la gripe aparece fiebre alta y dolor muscular. La duración de la enfermedad también sirve para saber si estamos ante una gripe o un resfriado, mientras la gripe dura entre 5 y 10 días, el resfriado suele durar una semana, aunque la diferencia entre uno y otro es mínima y por eso es tan difícil distinguirlas.
Su transmisión se debe sobre todo a las gotitas de flügge que expulsamos al toser o estornudar, también se pueden transmitir por contacto directo cuando tocamos a alguien después de habernos tapado la nariz o la boca al estornudar.
Las personas más sensibles a los resfriados son los niños y los ancianos, en el primer caso el sistema inmunológico es inmaduro y en el segundo caso el sistema inmunológico es más lento.
La mejor forma para prevenir el resfriado es el lavado de manos y evitar el contacto directo con los enfermos.
El mejor tratamiento en el caso del resfriado común es el reposo y beber líquidos en abundancia. También se pueden utilizar aerosoles nasales y humidificadores, así como analgesia para el dolor de cabeza, aunque no sería necesario en la mayoría de los casos.
Las complicaciones en los resfriados son muy raras, pero entre ellas destacan las infecciones secundarias, sobre todo del oído medio y de los senos paranasales que pueden necesitar tratamiento con antibióticos. Se debe acudir al médico cuando la fiebre es muy alta, hay dolor en los senos paranasales, los ganglios están muy inflamados o la tos está acompañada de muchas flemas ya que todos estos pueden ser síntomas de alguna complicación.
Se sabe mucho y a la vez nada sobre el resfriado, asique solo podemos tener cuidado, taparnos bien frente al frío, cubrir con un pañuelo la cara y nariz al estornudar o toser y lavarnos las manos. Si notamos los primeros síntomas no esperemos más, descanso y beber mucha agua seguramente lo solucionará.
En esta época del año debemos tener cuidado.
Saludos y... ¡Pasad un día saludable!
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