Constantemente salen a la luz dietas que aseguran adelgazar una cantidad desorbitada de kilos en poco tiempo, estas dietas conocidas como "dietas milagros" aseguran una rápida pérdida de peso en poco tiempo y sin mucho esfuerzo, pero no tienen ningún fundamento científico ni nutricional.
Este tipo de dietas suelen acarrear un déficit de energía, de vitaminas y minerales debido a una alimentación desequilibrada y todo esto puede producir alteraciones en el metabolismo. Todo esto puede producir efectos psicológicos negativos y trastornos en el comportamiento alimentario
Peor lo más importante es que, según la AEDN el 95% de las personas que pierde peso usando las dietas milagro lo vuelven a recuperar cuando dejan de hacerlas, y a veces incluso acaban pesando más de lo que lo hacían antes de empezar la dieta porque el metabolismo se ralentizó al ingerir tan pocos alimentos, esto es lo que se conoce como "efecto yo-yo" o "efecto rebote".
Algunas de las razones que explican este efecto son:
- Nuestro cuerpo ingiere más de lo necesario después de un periodo de poca ingesta.
- El metabolismo está ralentizado porque busca gastar menos y crear reservas recuperándose peso en forma de masa corporal.
- En las dietas desequilibradas el cuerpo recurre a las reservas almacenadas en los músculos, reduciéndose así masa muscular pero no grasa.
Estas dietas se pueden clasificar de forma general en tres grandes grupos:
- Dietas hipocalóricas desequilibradas => Estos regímenes suelen ser monótonos, además de presentar numerosos déficit en nutrientes sobre todo si se prolongan por largos períodos de tiempo.
- Dietas disociativas => se basan en que los alimentos no contribuyen al aumento de peso por sí solos, sino por la determinada combinación de los mismos.
- Dietas excluyentes => se basan en eliminar determinados nutrientes de la dieta. Pueden ser ricas en hidratos de carbono y sin lípidos y proteínas, ricas en proteínas y sin hidratos de carbono o ricas en grasa.
Las verdaderas condiciones que debería tener una dieta para perder peso son:
- Disminuir la grasa corporal preservando al máximo la grasa magra.
- Ser eficaz a largo plazo (mantener el peso perdido).
- Conseguir una educación alimentaria.
- Debe disminuir los factores de riesgo cardiovasculares asociados con la obesidad.
- Tiene que aumentar la capacidad funcional y la calidad de vida.
Según la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición uno de cada tres españoles ha probado alguna vez una de estas "dietas milagros". Es normal querer sentirse bien con uno mismo y con su aspecto, pero deberían pensárselo dos veces antes de lanzarse a seguir una de estas dietas ya que los efectos secundarios y las consecuencias a largo plazo no son las deseadas. Lo mejor es acudir a un nutricionista para que crea una dieta especial para cada persona consiguiendo con esto cambiar los hábitos de alimentación, que en realidad es lo necesario para conseguir el peso y la salud adecuado.
Por lo tanto, tengan mucho cuidado con lo que leen en las revistas y por internet, si una dieta promete perder mucho peso en poco tiempo, y además sin mucho esfuerzo no se lo crean.
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