Para empezar, creo conveniente empezar por daros una pequeña introducción sobre lo que son estos males tan comunes.
Los callos que nos aparecen en nuestras extremidades inferiores son capas de piel engrosadas y duras originadas en zonas de los pies sometidas a presiones de una manera continua, cuyo origen suele estar relacionado con el calzado o la forma de caminar.
En el momento en que nos demos cuenta de la presencia de durezas en nuestros pies debemos analizar el calzado que usamos habitualmente , pues este debe estar ajustado a la forma de nuestro pie y si también es recomendable visitar al podólogo para que explore nuestros pies con el objetivo de descartar algún problema relacionado con el caminar u otras alteraciones, como los pies planos.

El tratamiento de los callos está orientado a la eliminación de la fricción para que la presión disminuya, si el causante es el calzado inapropiado, con usar otro tipo de zapatos será suficiente para hacer que la dureza desaparezca, por eso se recomienda el uso de un calzado amplio, es decir, ni muy flojo ni muy apretado; esta es una de las causas más frecuentes de los callos, los zapatos ajustados en la punta, que oprimen los dedos y hacen que la piel roce en exceso con el interior del zapato. Por otra parte, también es recomendable que se proteja la piel con parches, justamente para evitar este roce con el zapato, así como la piedra pómex para desgastar suavemente el callo.
Finalmente, podemos decir que otra recomendación sería el uso de unas plantillas especiales cuya función es ablandar la superficie sobre la que se apoya el callo,además de hidratar la piel para que disminuya la sequedad en la zona afectada.
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